La transpiración es el proceso natural de autoregulación de la temperatura corporal. Cuando la temperatura corporal sube, las glándulas sudoríparas se estimulan provocando la transpiración, que al evaporarse de la superficie de nuestra piel nos refresca, reequilibrando nuestra temperatura.
Las glándulas sudoríparas son de dos tipos:
* Glándulas ecrinas: comienzan a producir sudor desde las primeras semanas de vida y están distribuidas en la superficie corporal y productoras de una secreción sudoral diluida compuesta en un 99% de agua, por lo que su olor es mínimo, abundan en la palma de la mano, en la planta del pie, en el cuello, en la cara y en el tronco.
* Glándulas apocrinas: estas glándulas empiezan a funcionar a partir de la pubertad, segregan un líquido oleoso con proteínas que en contacto con la flora microbiana provoca el mal olor, están conectadas a un folículo piloso y se encuentran en la cabeza, piel, genitales y axilas.
El sudor corporal se produce por:
* Trabajo muscular
* Factores psíquicos como el miedo o la emoción violenta
* Ingestión o aplicación de algunos medicamentos
* El sueño
* La temperatura ambiental
* Ingestión de bebidas calientes o alimentos irritantes
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